Un cristal para la paz

Este cuento lo ha hecho mi niña para el día de la paz... pero resulta que una profesora dijo que aunque era muy bueno, no hablaba de paz. Por eso quedó la 2ª, buahhhhhh, no sé si llorar o felicitar a mi niña. (solo tiene 11 años).

Los sentimientos de una pistola


Cada vez que veo los motivos de mi existencia, me dan ganas de no haber existido nunca. He nacido para destruir, para matar, para hacer que las personas inocentes tengan un final desastroso. Si me pongo a pensar, sería mejor el mundo sin que yo hubiera existido, sin tantas muertes, sin tantas guerras, sin tantos problemas en el mundo…

No sé que me da más pena, yo, o el portador que me lleva, para arrebatar injustamente la vida de un ser humano. Cada bala que sale de mi, sale para herir a un ser vivo. Muchas veces preferiría que nada saliese de mi, nada más que mi destrucción definitiva por todo el mundo.

Caprichosamente los humanos me usan para sus juegos, solo soy un juguete, un juguete, un juguete usado en un juego que se nos ha ido totalmente de las manos. ¿Qué más podría ocurrir? Soy el peor objeto de todo el mundo, no deseo que nadie como yo exista.

Me he visto con muchos de mi especie, en guerras, en la ciudad, en manos de unos hombres, en el que su diversión consiste en herir, matar, hacer daño a otros seres vivos. ¿Nací para esto? Para esto no querría nunca que me hubieran creado.

En el momento que aprietan mi gatillo y la bala sale directa hacia un objetivo claro, deseo que nunca hubiera nacido la persona que lo aprieta.

El mundo está en declive, hay un millón de problemas, y yo soy uno de ellos, ya que yo conllevo muerte, combates, guerras. Yo no quiero volver a arrebatar la vida de nadie, ¿por qué debo matar a personas?

Quien me creo, aquel que me utiliza, yo misma, no debíamos existir. He sido usada por múltiples humano y por múltiples razones. Muchas de esas razones son por la codicia, para sabotear bancos, robar a gente… A veces para matar animales por pura diversión, y tener su cabeza como trofeo. Me dan ganas de que mi bala cambiase de trayectoria hacia la persona que me sostiene.

Mis balas han ido directas con un único plan en mente, herir a todo ser vivo que se ponga por delante, destruir objetos, edificios, ciudades. He sido utilizada en la guerra, en combates a sangre, en un desesperado y rencoroso deseo de herir a alguien por una venganza.

Estoy bastante cansada de mi destino, por herir me tienen miedo, cambiar mi camino, eso quiero, pero no puedo.

Muchas palabras son pocas para describir la sensación de herir a una persona, ser vivo o destruir algún objeto.

La violencia es el motivo de mi existencia, quiero que yo y ella desaparezcamos del mundo totalmente.

‘’Hola, me llamo pistola, mis balas te harán ver la vida de rojo, rojo te hare ver el mar paseando en góndola, y soy la venda que te tapa los ojos’’


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